En el mes del Niño y de la Niña, un regalo de super héroe

Luego del fallecimiento de Remedios de Escalada -casi coincidente con su regreso a Buenos Aires-, San Martín no volvió a separarse de su hija Mercedes. Ella fue motivo de sus desvelos, se ocupó de sus estudios y de brindarle la mejor preparación posible para la vida.

Al ser designado gobernador de Cuyo, San Martín se trasladó a Mendoza en compañía de su esposa. Durante el segundo año de su estadía allí, el 24 de Agosto de 1816, vino al mundo la única hija de la pareja: Mercedes Tomasa.

En una carta a su amigo Tomás Guido le decía: “Sepa usted que desde anteayer soy padre de una infanta mendocina”.

Cuando Mercedes tenía tan sólo cuatro meses de vida, su padre partió para iniciar el cruce de los Andes (enero de 1817), es por eso que viajó junto a su madre hacia Buenos Aires, donde se establecieron en la casa de sus abuelos maternos.

Mercedes compartió poco tiempo con su padre, quien estaba envuelto en la concreción del proyecto de la Campaña Continental para liberar a América del dominio español. Sólo estuvo con él unos días luego de la victoria de Chacabuco y de Maipú, cuando junto a su madre, se trasladó por algunos meses a Mendoza, debiendo retornar a Buenos Aires debido al agravamiento de las condiciones de salud de Remedios.

Recién luego de la muerte de su madre, Merceditas se reencontró con su papá y partieron los dos a Europa.

En el marco de este escenario desolador y seguramente con mucho dolor por parte de ambos, padre y madre, él escribe esta carta a su hija “Merceditas”

Máximas para Merceditas

1° Humanizarle el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.

2° Inspirarle amor a la verdad y odio a 1a mentira.

3° Inspirar en ella una gran confianza y amistad pero uniendo el respeto.

4° Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.

5° Enseñarle respeto sobre la propiedad ajena.

6° Acostumbrarla a guardar un secreto.

7° Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.

8° Enseñarle dulzura con los criados, pobres y viejos.

9° Que hable poco y lo preciso.

10° Acostumbrarla a estar formal en la mesa.

11° Enseñarle a mor al aseo y desprecio al Lujo.

12° Inspirarle amor por la patria y por la libertad.

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