Queremos decir a la sociedad que “la escuela”, como institución socializadora, tiene un rol fundamental en la formación de los estudiantes en tanto seres libres, pensantes, con capacidades, habilidades y posibilidades de desarrollarse en la diversidad de un mundo globalizado.
La ‘escuela’ a través de sus contenidos y prácticas: enseña. Y ese ‘saber’ otorga la oportunidad de ser libres; libres por pensar y libres aún sabiendo que jamás se agotarán las instancias de conocimiento. Una visión emancipadora del saber estimula las voluntades para un propio descubrimiento, sin por esto dejar de entender la necesidad de un maestro, un guía en el proceso de aprendizaje.